S&P 500 3.900,86 |
NASDAQ 11.340,02 |
Dow Jones 31.392,79 |
EUR/USD 1,05 |
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5 días | -5,05% | -5,60% | -4,58% | -1,88% |
1 mes | -3,06% | -3,94% | -2,49% | +1,02% |
YTD | -18,16% | -27,52% | -13,61% | -7,49% |
Movimientos de la última semana
¡Hola, hola Ninety Niner 👋!
La alegría dura poco y las bolsas americanas pierden todo lo ganado en el rebote de los últimos días del mes de mayo. Índices como el S&P 500 sólo han conseguido terminar en positivo en una de las últimas diez semanas, una racha que lleva al índice a ceder más de un 18% en lo que llevamos de 2022.
El foco sigue puesto en la evolución de la inflación y la reacción de los bancos centrales para contenerla. En cuanto a los precios, el dato más esperado de la semana se conoció el viernes, y mostró una inflación del 8,6% interanual, por encima del 8,3% esperado. Se trata de una nueva aceleración en la subida de los precios tras la moderación que se había registrado el mes pasado y que hacía pensar en que podíamos haber visto el pico en las tensiones inflacionistas.
Los inversores temen una reacción más agresiva por parte de los bancos centrales para contener la escalada de precios, lo que llevaría aparejado un menor ritmo de crecimiento económico y -en el peor de los casos- una recesión. Esta semana, el Banco Central Europeo anunciaba su intención de subir los tipos de interés en 25 puntos básicos en julio además de dejar la puerta abierta a subidas de 50 puntos en las reuniones de después del verano si continúan observando presiones en los precios.
El pesimismo que impera en el mercado impide que los índices continúen recuperando posiciones en un año muy complicado para las bolsas, algo que podría hacer que a poco que la situación se estabilice veamos a los inversores tomar posiciones.
Las compañías que hacen negocio en la venta minorista, desde supermercados hasta otros productos como ropa deportiva o moda en general, están padeciendo un problema común. Se trata de la acumulación de inventarios, es decir, mercancías que permanecen a la espera de ser vendidas en sus establecimientos.
Parte de este problema se debe a las distorsiones que se están produciendo en la cadena de suministros. Factores como la guerra en Ucrania, las restricciones a la actividad en grandes ciudades industriales de China y la falta de empleados en el sector del transporte dificultan que las mercancías lleguen a tiempo a su destino. Es por esto que algunas empresas reportan una gran cantidad de inventarios en tránsito. Estas distorsiones se están prolongando en el tiempo, lo que ha llevado también a las empresas a realizar pedidos más grandes para garantizarse las existencias.
Existen algunas dudas sobre si esta acumulación de inventarios apunta a una reducción de la demanda de los consumidores, lo que supone un riesgo para las cuentas de las empresas si no son capaces de colocar sus productos y se ven obligadas a rebajar los precios. Además, también se está notando la mayor preferencia de los consumidores por productos más vinculados al ocio y a los servicios de lo que se daba hace unos meses en un entorno de restricciones a la actividad. Se ha pasado de demandar más bienes duraderos como productos tecnológicos o electrodomésticos a preferir consumir todo lo relacionado con la actividad fuera del hogar. Por ello, los comercios podrían haber estado acumulando inventarios de productos que ahora tienen una demanda mucho menor y que habían comprado hace meses proyectando una continuidad en la demanda de entonces. Las recientes subidas de precios, además, amplificarían el problema al haberse aprovisionado en un entorno de precios más altos.
La acumulación de inventarios tiene un impacto negativo sobre las cuentas de las empresas. Los márgenes del negocio pueden deteriorarse al tener verse obligados a realizar fuertes descuentos mientras que es un activo que tienes inmovilizado y para el cual has desembolsado un efectivo que podrías estar utilizando para cualquier otro fin. Además, estas mercancías difíciles de vender ocupan un valioso espacio para productos más demandados en el momento o de mayor valor añadido.
Mientras que es negativo para los resultados de estas empresas, también podemos entender todo esto como un factor positivo a la hora de ver reducidas las presiones inflacionistas en la economía. Las rebajas de precios a las que obliga esta acumulación de inventarios hará que los consumidores encuentren precios más bajos en los comercios y vean aliviada la factura que está pasando la inflación sobre sus bolsillos.