S&P 500 4.392 |
NASDAQ 13.351 |
Dow Jones 34.451 |
EUR/USD 1,0814 |
|
---|---|---|---|---|
5 días | -2,13% | -2,63% | -0,78% | -0,62% |
1 mes | -0,43% | -1,94% | -0,08% | -2,53% |
YTD | -7,84% | -14,66% | -5,19% | -4,92% |
Movimientos de la última semana
¡Hola, hola Ninety Niner 👋!
Semana Santa teñida de rojo en los mercados globales, que siguen perdiendo terreno en abril después del fuerte rebote experimentado desde mediados de marzo. Índices como el S&P 500 americano se dejan un 5% desde entonces y dejan el saldo de 2022 en caídas cercanas al 8%.
Los motivos detrás de este pobre comportamiento siguen estando relacionados con los tres principales temas que llevan acompañándonos estos meses. Las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania continúan sin llegar a buen puerto después del optimismo inicial, con nuevos ataques a Kiev como respuesta de Moscú al hundimiento de un portaaviones a finales de semana. La inflación sigue disparada, registrando máximos de 40 años en EE.UU según el dato del 8,5% conocido esta semana y pone presión sobre el poder adquisitivo de los consumidores de todo el mundo y los márgenes de unas empresas que ven subir sus costes. Por último, los bancos centrales continúan mostrando su voluntad de tratar de contener la escalada de precios subiendo los tipos de interés de manera agresiva y terminando aceleradamente con sus programas de compras de activos. El mercado ya descuenta una subida de 50 puntos básicos en el precio del dinero en la reunión de la Reserva Federal americana de mayo y una alta probabilidad de otra del mismo calibre en junio.
La posibilidad de que una retirada de estímulos acelerada termine provocando una recesión y no un aterrizaje suave está influyendo en el ánimo de los inversores. Las próximas semanas serán clave para conocer de qué manera está afectando la inflación a las cuentas de las empresas, pues nos adentramos en temporada de presentación de resultados.
Las expectativas de subidas agresivas en los tipos de interés sigue pesando sobre el sector tecnológico, el que peor se comporta en lo que llevamos de año y que deja al Nasdaq con una caída cercana al 15% en 2022. En el lado contrario de la balanza, el sector energético sigue subiendo con fuerza, esquivando las caídas de esta semana y revalorizándose cerca de un 8% en el último mes y más de un 40% en lo que llevamos de año.
El pasado 4 de abril se revelaba que Elon Musk posee un 9% de las acciones de la red social Twitter, convirtiéndose en su mayor accionista. Este movimiento se produce después de que el fundador de Tesla haya venido haciendo comentarios acerca de la visión que tiene sobre la gestión de la plataforma en lo que se refiere a “derechos como la libertad de expresión”. De hecho, llegó incluso a sugerir que estaba “pensando seriamente” en crear una nueva red social.
La noticia caía como una bomba en Wall Street y llevó a Twitter a ofrecer un puesto en el Consejo de Administración a Musk, algo que este habría aceptado en un primer momento para terminar rechazando, tal y como informó la compañía del pajarito en un comunicado de su CEO, Parag Agrawal. Mientras tanto, algunos empleados de la red social mostraron su disconformidad con la posibilidad de que Musk pudiera tener un papel activo en la toma de decisiones de la empresa debido a sus polémicos antecedentes.
La cosa no quedó aquí, y el jueves el multimillonario y persona más rica del mundo hizo pública su oferta de compra de la totalidad de las acciones de Twitter y su exclusión de cotización por cerca de 43.000 millones de dólares (54,20 por acción, una cifra que no escogió por casualidad sino por hacer una broma sobre la marihuana y el código 420). Esta valoración supone una prima del 38% sobre el precio al que cotizaba antes de que se conociese que Musk controlaba el 9% de las acciones. Esta oferta venía acompañada de un comunicado en el que Musk aseguraba haber invertido en Twitter “confiando en su potencial para ser la plataforma para la libertad de expresión alrededor del mundo, un derecho que considera imperativo en una democracia plena”. “Sin embargo, tras haber realizado la inversión se ha dado cuenta de que la empresa nunca triunfará ni servirá para tal propósito en su forma actual. Twitter necesita transformarse sin cotizar en el mercado”. El comunicado concluía asegurando que “Twitter tiene un extraordinario potencial. Lo desbloquearé”.
Con todo esto, Elon Musk parece haberse convertido en lo que se conoce como un inversor activista. Este tipo de inversores, entre los que se encuentran figuras del calibre de Carl Icahn, Bill Ackman o T. Boone Pickens, adquieren porcentajes de compañías que consideran que están mal gestionadas para después tratar de influenciar cambios en las políticas que permitan “desbloquear” ese valor. Este tipo de cambios pueden ir desde destituciones de ejecutivos hasta cambios en la política de pago de dividendos pasando por la escisión de divisiones de la empresa, ajustes de personal o la venta de la compañía completa a un competidor.
En general, lógicamente este tipo de ofertas de inversores activistas no son bien recibidas por el management actual, pues vienen a ser una enmienda a su gestión, pero bien recibidas por los accionistas. Las empresas pueden recurrir a diversas medidas para defenderse de estos ataques. En el caso de Twitter, han optado por la conocida como poison pill o píldora venenosa, que tiene como objetivo diluir la participación adquirida sin el beneplácito del Consejo de Administración permitiendo al resto de accionistas actuales adquirir nuevas acciones con descuento en una ampliación de capital. A mayor número de acciones en circulación, menor participación en manos del comprador. En el caso de Twitter, esto ocurrirá siempre que alguien acumule más de un 14,9% de las acciones.
El nombre de la operación, que evoca a la pastilla que portaban los espías para terminar con su vida en caso de ser capturados por el enemigo y obligados a revelar información confidencial, encarece el precio de la operación a costa de un desembolso adicional por parte de los accionistas, obligados a comprar más acciones si desean mantener su participación en la compañía.