S&P 500 4.155,38 |
NASDAQ 13.075,85 |
Dow Jones 3.3061,50 |
EUR/USD 1,5 |
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5 días | -3,27% | -3,93% | -0,78% | -2,32% |
1 mes | -9,11% | -13,51% | -0,08% | -4,49% |
YTD | -13,31% | -21,16% | -5,19% | -7,24% |
Movimientos de la última semana
¡Hola, hola Ninety Niner 👋!
Semana negativa en las bolsas en la que los índices americanos han perdido los niveles mínimos del año que marcasen en marzo, llevando a conseguir que registren, tras 1932 y 1939, el tercer peor inicio de año desde que tenemos registros.
Los motivos detrás de las caídas son varios, pero podemos destacar el mal dato de producto interior bruto del primer trimestre del año en EE.UU, que sufrió una inesperada contracción del 1,4% anualizado. Mientras tanto, la presión sobre los tipos de interés continúa, y tenemos una nueva reunión de la Reserva Federal a la vuelta de la esquina esta misma semana en la que las subidas del precio del dinero podrían ser hasta de 75 puntos básicos y lleva al bono americano a diez años a acercarse de nuevo al 3% de rentabilidad.
Además, los resultados empresariales no han servido de gran apoyo estos días, pues se han producido sorpresas negativas como la de Amazon , que caía un 15% el viernes después de decepcionar con sus cifras del primer trimestre. El sector con mejor comportamiento relativo en esta semana es el energético, con una subida del 2% en EE.UU gracias a los buenos resultados que están presentando las compañías del sector de la mano del reciente alza en los precios del petróleo. Otros sectores con buen comportamiento reciente son todos aquellos que funcionan bien en un entorno de recesión, que ya estaría sólo a un trimestre de distancia tras al mal dato de esta semana, como son los de consumo estable, que suben más de un 1% en el último mes cuando el S&P 500 cae 3,3%. Las apuestas de los inversores están claras.
Esta semana conocíamos que Twitter ha aceptado la oferta de compra lanzada por el multimillonario Elon Musk hace pocos días. El acuerdo, que valora la red social en cerca de 44.000 millones, se cerraría en la segunda mitad de 2022 y dejaría al magnate como máximo responsable de la red social en su búsqueda de convertirse en el garante de la libertad de expresión tras haber revolucionado Sillicon Valley.
Esta saga está siendo un cursillo acelerado de distintos aspectos de la inversión, como la financiación corporativa, la inversión activista o las estrategias de defensa ante compradores no deseados. En esta ocasión, lo que nos ha llamado la atención son los detalles de la financiación de la mencionada oferta de compra, y es que se trata de la mayor compra apalancada (LBO) llevada a cabo por un particular en la historia.
Las compras apalancadas (LBOs o Leveraged Buy Outs) son compras de compañías realizadas con apalancamiento, es decir, en las que se recurre a la deuda para conseguir el capital necesario para llevarla a cabo. Se considera que los pioneros de este tipo de adquisiciones son Jerome Kohlberg, Henry Kravis y George R. Roberts de KKR, que las popularizaron en la década de los 80 con operaciones como la compra de RJR Nabisco que se relata en el imprescindible libro Barbarians at the Gate.
La idea es conseguir financiación por el importe deseado y realizar la compra para posteriormente tomar el control de la compañía y gestionarla de tal manera que consiga ofrecer un retorno superior al del coste de la deuda. Por ello, en gran parte de las ocasiones estas operaciones se producen en momentos en los que las compañías no están funcionando todo lo bien que podrían, y requiere que el comprador tenga experiencia en gestión empresarial. Cabe destacar que la deuda levantada para la compra pasa al balance de la compañía adquirida, que será la que tenga que hacer frente a la misma bajo la nueva dirección.
Este mal funcionamiento o mala gestión empresarial nos devuelve al caso de Twitter, que es la red social que por está siendo capaz de monetizar el elevadísimo número de usuarios de los que presume. Su facturación por empleado está en torno a los 650.000 dólares, frente a los más de 1 millón de competidores como Facebook. Su anterior CEO, el fundador Jack Dorsey, se vio obligado a dejar la compañía tras las innumerables críticas a su gestión en este aspecto. El plan de Elon Musk, para que la operación tenga sentido financiero, debería pasar por un fuerte recorte de costes que parece que podría ser inmediato una vez cerrada la operación tal y como se ha encargado de sugerir el propio Musk.
Poner los números de la financiación. Una parte de la operación, 12.500 millones de dólares, se financiará a través de un préstamo que tiene como garantía las acciones de Elon Musk en Tesla. Este tipo de préstamo es muy común entre los más ricos, ya que su patrimonio tiende a estar concentrado en sus propias empresas y en inversiones poco líquidas, siendo esta la mejor forma de obtener liquidez sin verse obligados a desprenderse de sus activos. Además, Musk aportaría otros 21.000 millones en efectivo, que sí que podrían provenir de la venta de activos del multimillonario, algo que ya habría comenzado a hacer ya que hemos sabido que vendió alrededor de 8.500 millones en acciones de Tesla en los últimos días. Por último entraría la financiación bancaria, en la que han intervenido grandes entidades como Morgan Stanley, y que supondrían alrededor de 13.000 millones.
Veremos si la mano de Elon Musk consigue enderezar el rumbo del “pajarito”. Promete ser interesante.
Teladoc: una de las compañías que más destacaron en el rebote de las tecnológicas tras la pandemia en 2020 está protagonizando una debacle en los últimos tiempos. Su valoración cae ya más de un 80% desde aquellos días dorados de inicio de 2021. En esta ocasión la caída se ha debido a la presentación de resultados de un trimestre en el que la compañía ha perdido 6.700 millones de dólares o 41.58 dólares por acción mientras que ha reducido sus previsiones de ingresos para el próximo trimestre. Parte de estas pérdidas se explican por la pérdida contable (6.600 millones) que se han visto obligados a apuntarse por la caída en la valoración de Livongo, una compañía que adquirieron en 2020.
Amazon: el retailer presentó unos resultados que decepcionaron al mercado, reportó unos ingresos de $116,400M contra los $116,300M estimados y unas pérdidas por acción de $7,56 contra $8,73 estimado, debido al impacto de la caída en valoración Rivian, tuvieron salidas de caja de $18.6B, continúan invirtiendo fuerte en los centros logísticos. Por otro lado, la parte buena la ponía AWS con unos crecimientos del 34%. Las acciones cerraron el día -14% lo que supone la mayor caída desde 2006.
Tesla: la compañía de Elon Musk ha estado bajo presión en los últimos días en medio de las noticias sobre la compra de Twitter por parte del millonario sudafricano. Las acciones se dejaban un 12,2% en la sesión del martes, y es que hemos sabido con posterioridad que Musk se ha desprendido de más de 4.000 millones de dólares en acciones de Tesla como parte de la financiación de la compra de la red social.
Netflix: la compañía de streaming ha continuado perdiendo posiciones esta semana tras el desastre que siguió a la presentación de resultados del pasado 19 de abril. En ellos se reportaron unos ingresos de 7.870 millones de dólares frente a los 7.940 estimados por los analistas y un beneficio por acción de $3,53 contra $2,92 estimados. Pese a no parecer a priori malos, la compañía anunció una pérdida de suscriptores debido al impacto por las sanciones a Rusia. Excluyendo el impacto la compañía habría ganado suscriptores en el trimestre, pero por debajo de las estimaciones (500.000 contra 2.5 millones), estima una pérdida de 2 millones de suscriptores para el próximo trimestre. Es la primera vez que Netflix pierde suscriptores en una década.